Un m谩rtir representa el testimonio de un amor al Padre vivido hasta el extremo, e imagen concreta del Hijo, siguiendo su ejemplo sin titubear, incluso dando la vida misma, como Jes煤s lo hizo por todos nosotros.聽
El papa Benedicto XVI dec铆a que el martirio 芦se funda en la muerte de Jes煤s en su sacrificio supremo de amor, consumado en la cruz a fin de que pudi茅ramos tener la vida禄. Los m谩rtires nos dan tambi茅n vida, vida a la iglesia e interceden por ella siempre.
La Di贸cesis de C贸rdoba tiene la gran fortuna de contar con numerosos testimonios de martirio: hombres, mujeres, adultos y j贸venes que con su testimonio nos ayudan y abren el camino para que los cristianos de hoy podamos seguir a Cristo, desde el conocimiento y la libertad que implica el seguimiento de la Cruz.聽
Y de forma especial, en el mes de noviembre recordamos cada a帽o en nuestra Di贸cesis el testimonio de valent铆a en la Fe de todos aquellos que dieron su vida a ejemplo de Cristo. Nuestros patronos, San Acisclo y Santa Victoria, junto con el resto de m谩rtires de C贸rdoba, son testimonio vivo hoy en d铆a, a pesar del paso del tiempo que nos separa. Estos dos hermanos fueron los primeros m谩rtires de C贸rdoba, perseguidos y martirizados por orden del emperador romano Diocleciano, dejando a para todos los cristianos un amplio testimonio de oraci贸n en comunidad y caridad con los m谩s pobres. Su valent铆a cristiana y fortaleza en la Fe sigue conmovi茅ndonos a煤n hoy en d铆a, desplegando en nosotros la duda sobre si, en nuestra vida, en las persecuciones contra los cristianos que existen en la sociedad actual, somos capaces de dar testimonio de Jesucristo y su Evangelio, como ellos lo hicieron, incluso existiendo aquella orden de persecuci贸n y muerte.聽
Tambi茅n el papa Benedicto XVI reflexiona sobre ello, dando respuesta a la pregunta sobre 芦驴De d贸nde nace la fuerza para afrontar el martirio?禄, afirmando que el origen de la misma se encuentra 芦en la profunda e 铆ntima uni贸n con Cristo, porque el martirio y la vocaci贸n al martirio no son el resultado de un esfuerzo humano, sino la respuesta a una iniciativa y a una llamada de Dios; son un don de su gracia, que nos hace capaces de dar la propia vida por amor a Cristo y a la Iglesia, y as铆 al mundo禄.聽
Por tanto, debemos ser conscientes de que la fortaleza y el valor no est谩 en el ser humano, sino en Cristo y nuestra uni贸n con 脡l. De ah铆 la importancia de la oraci贸n, para lograr estar siempre en uni贸n con Cristo y atentos a la llamada que nos hace a trav茅s de la oraci贸n. Sin olvidar que los santos m谩rtires son siempre nuestro mejor modelo de valent铆a y amor, y que ellos interceden ante Dios por todos nosotros especialmente en este tiempo convulso de persecuci贸n cristiana.聽
