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Gracias a nuestro método de aprendizaje este trimestre nuestro Infantil se ha convertido en «Dinolandia».

Nos han invadido dinosaurios de hace miles de años y nos hemos adentrado en el fantástico mundo de estos animales.

Todo comenzó con una misión: cuidar a un huevo que apareció en el colegio, averiguar de qué animal se trataba y darle los cuidados necesarios hasta que creciera.

La motivación es el motor de nuestro proceso de enseñanza-aprendizaje y desde que apareció el huevo, no les ha faltado las ganas de saber más y más. A través de estos animales estamos aprendiendo características del medio físico en el que vivían, los comparamos con nuestros cuerpos, nuestras huellas, nos medimos y pesamos, sabemos que ellos nacían de huevos, que algunos eran carnívoros, otros herbívoros y otros omnívoros, qué significaban algunos de sus nombres, porqué se extinguieron, etc.

Todas las áreas de Infantil se trabajan entorno a este proyecto que sirve de hilo conductor: razonamiento lógico, lecto-escritura, descubrimiento del entorno, etc.

Y lo mejor de todo es que el conocimiento parte de ellos mismos y de sus compañeros que son los que traen toda la información de casa gracias a la ayuda de sus papás y mamás.

Ellos mismos exponen delante de sus compañeros y, haciendo uso de su expresión verbal, le explican a los demás todo lo que han descubierto, cada niño y niña de diferentes maneras, dando lo mejor de sí y comprobando que son capaces de todo.
¡Y aún nos queda mucho por descubrir!

¿Qué pasará con nuestro huevo? ¿Vendrá su mamá a por él? Menos mal que ya hemos investigado y sabemos que es herbívoro ya que anda sobre 4 patas (cuadrúpedo). De esta forma sabemos lo  que necesita para comer y ¡que a nosotros no nos morderá!